Inmersos ya en plena revolución industrial 4.0, los brazos ayudantes y tecnología de seguridad abren camino a la nueva generación de robots que están a punto de introducirse en la industria de alimentos y bebidas. Los robost se convierten en un componente imprescindible en la automatización que toda la industria está viviendo en estos momentos aumentando la existencia de estos en el sector industrial aproximadamente en 1.8 millones durante 2017 y ya en 2020 se prevé que podremos alcanzar los casi 3 millones de robots en plantas industriales, según indica la Federación Internacional de Robótica (IFR/International Federation of Robotics).
Concretamente, en el sector alimentario, los cobots permiten que el personal de planta se dedique a labores de mayor valor, dejando las tareas más repetitivas o físicamente exigentes a cargo de estos elementos tecnológicos. De este modo, el trabajador puede centrarse en procesos de mayor valor añadido como pueden ser tareas de optimización, programación de los procesos de producción adaptándolos a las necesidades cambiantes del momento, etc.
En la industria alimentaria, la calidad de los productos y su posterior tratamiento y manipulación son especialmente importantes. El manejo de los alimentos ya envasados y su preparación para el transporte es una cuestión de cuidado en el manipulado y de precisión, criterios que cumplen fácilmente los cobots ligeros.
Otras ventajas suelen ser mejoras en los tiempos de producción además de la calidad y uniformidad de los productos, la cual reduce, a su vez, el desperdicio de materias primas. También, mejoran la seguridad alimentaria evitando el riesgo de contaminación del producto por parte de los trabajadores en la línea de producción y aumentan la productividad de ésta al realizar tareas repetitivas o tediosas.
Lo más importante es que el costo de estas soluciones de automatización ya no representa una barrera para las pequeñas o medianas empresas. La posibilidad, además, de mover y reubicar un cobot dentro de la planta en función de las necesidades productivas, no sólo ha despertado el interés en las pymes, sino también en grandes empresas que buscan soluciones más flexibles para sus líneas de producción.