El packaging con plásticos comenzó a desarrollarse de forma vertiginosa después de la Segunda Guerra Mundial, pero no se extendió su uso de forma generalizada hasta que no se introdujo el polietileno en los años 50. Antes de este periodo, además de usarse envases de materiales clásicos tales como papel, vidrio o madera, se usaban films de materiales transformados a partir de materia prima natural, como el acetato de celulosa y el film celofán transparente de celulosa.
Con el desarrollo del poliestireno, el polipropileno, el PVC, los poliésteres y los copolímeros de polietilenos se dio comienzo a un incremento rápido del uso de los plásticos. De este modo, alrededor de una tercera parte de todos los productos del Oeste de Europa están envasados con plásticos, confiriéndoles a estos materiales la segunda mayor cuota de mercado. En términos volumétricos, el 55% de este envase es flexible mientras que el resto es rígido.
En términos de áreas de productos, el envasado de comida (siendo el mayor área de producto único en toda la industria del packaging, con un 54% del total de la producción) experimentará el mayor crecimiento en el mercado para el packaging con plástico. La demanda en el mercado a día de hoy es de ámbito práctico, con envases de comida precocinada o ultracongelada con abrefácil y capaces de ser introducidos en el microondas, o envases que pueden volver a ser cerrados. La flexibilidad de los plásticos en cuanto a propiedades de protección y de procesabilidad, les han conferido una posición excelente para satisfacer las especificación específicas del envasado de este mercado.
